Christian Dátola – Expo Pyme Latam https://expopyme.com.ar Conectate al mundo Mon, 04 Oct 2021 02:29:26 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.2.2 https://expopyme.com.ar/wp-content/uploads/2021/07/cropped-expopyme_ico-32x32.png Christian Dátola – Expo Pyme Latam https://expopyme.com.ar 32 32 Profesionalizar tu PyME: ¿un medio o un fin? https://expopyme.com.ar/2021/10/03/profesionalizar-tu-pyme-un-medio-o-un-fin/ Mon, 04 Oct 2021 02:29:26 +0000 https://expopyme.com.ar/?p=3486 Durante el fin de semana estuve conversando con Juan Carlos Valda, especialista en PyME, sobre cómo hacer para profesionalizar a las pequeñas y medianas empresas.

Comenzó explicándome el perfil de los empresarios que él suele asesorar: «hoy en día, los dueños de empresas PyME que están transitando una etapa bastante particular: suelen ser personas que están en sus cincuenta y tantos años y tienen una historia de entrega y dedicación total a su negocio desde que lo comenzaron».

Y agregó: «habitualmente abordan la primera charla haciendo alusión a que ya están cansados del ritmo de trabajo que les demanda la empresa, que ya no sienten la misma pasión que antes para ser el primero en llegar y el último en irse, que no saben cómo hacer para que sus colaboradores asuman sus responsabilidades plenamente y cómo lograr que se sientan identificados con lo que hacen».

Y para terminar de contarme esta problemática que tienen los empresarios, me confesó que «también me aclaran – casi con culpa – que consideran haber llegado a un momento en sus vidas que creen que merecen tener un poco de tiempo para darse algunos gustos como pasear, disfrutar de sus nietos o incluso tener un momento para ellos mismos y aprender a tocar un instrumento o hacer alfarería».

imágen de Juan Carlos Valda
Juan Carlos Valda, consultor de empresas PyMES

Cuando el empresario tiene todas estas sensaciones, es hora de profesionalizar la empresa.

Pero, qué implica profesionalizar la empresa.

Profesionalizar la empresa no se trata únicamente de poner un gerente que se haga cargo y listo, los problemas ya se solucionaron.

«Muchas de las veces, los empresarios creen que profesionalizar es simplemente una decisión que se limita a la contratación de una persona quien se deberá hacer cargo, a partir de ese momento, de la responsabilidad de gestión de la empresa (a veces ese individuo puede ser el hijo o un empleado con antigüedad)», explica Juan Carlos.

Y añade «Para que el proceso sea efectivo, debe comprender que el primero que debe cambiar es el empresario mismo. Debe dejar de lado la mentalidad que siempre lo ha caracterizado de estar “metido” en todos los temas y de que todo pase por él, para transformarse en quien tiene una visión estratégica del negocio, define los objetivos y grandes políticas de su empresa. De esta manera, el empresario debe profesionalizarse como Director».

Según me explicó, algunas de las decisiones que debe tomar son:

  • Delegar la autoridad para hacer las cosas y aceptar que quizás quien se haga cargo no las haga del mismo modo que lo haría él.
  • Definir un modelo de negocio que sea viable y sostenible
  • Identificar los factores fundamentales de éxito del negocio
  • Desarrollar los indicadores correspondientes.

Por lo que pude destacar de la charla con él, para que la profesionalización sea exitosa y cumpla su función es mucho el trabajo para llevar a cabo previamente por el empresario. Implica un cambio en su manera de ver y sentir el negocio, porque si no se procede de este modo, es muy probable que – tal como una profecía autocumplida – el proceso de profesionalizar fracase (y casi seguro el empresario no estará ajeno a los motivos).

Entonces, le pregunté a Juan Carlos, ¿cuáles son los temas previos que deben entonces desarrollarse en el trabajo?

Y me respondió «definir claramente el negocio de la empresa (para qué existe), enumerar los valores (cuáles son los principios que nos identifican y que nos diferencian muchas veces de los demás competidores), definir las estrategias más importantes, así como establecer una estructura con una buena definición de funciones y responsabilidades, desarrollar las capacidades de las personas y comenzar a generar espacios de desarrollo de nuevos líderes».

Y siguió: «¿Parece complicado? Te aseguro que cuando comenzamos a trabajar con el empresario en el cambio de su visión de negocio y de cómo relacionarse con la empresa, las complicaciones previas comienzan a perder fuerza. No es preciso desarrollar grandes revoluciones para lograrlo, a medida que trabajamos con el método de pequeños pasos, es decir, con cambios graduales pero constantes y con mucha participación de los involucrados, los temores e incertidumbres dejan de ser tantos y la resistencia al cambio cede de manera importante».

Nunca olvidemos que las empresas PyME han crecido con la vista de sus colaboradores siempre centrada en el empresario, si la gente ve tranquilo al empresario y si lo percibe convencido del proceso, es muy difícil que el mismo fracase.

Para terminar la charla, le pregunté: muchas veces, el empresario dice querer profesionalizar, ¡pero todo su ser grita que no! ¿Por qué sucede eso?

Antes de responderme esgrimió una sonrisa y luego me dijo: «en la mayoría de las ocasiones por desconocimiento de lo que implica el paso a dar. Son muchos los que creen que si delegan en un gerente perderán poder o incidencia en el negocio. Ese es un gran error, al contrario, su participación desde la Dirección tendrá un impacto mucho mas profundo sobre la marcha de la empresa. Eso sí, va a tener que aprender a que una cosa es definir el rumbo de la empresa y en qué mares navegar y otra muy distinta es llevar el barco hacia esos puertos».

También me dijo que «es bueno que el empresario sepa y sienta que profesionalizar no es perder protagonismo, pero sí recuperar el espíritu que le permitirá volver a recrear esa felicidad que sentía al iniciar su negocio. Podrá volver a estar pendiente de los clientes, de los cambios en el mercado, del trato con los proveedores y de conversar con sus colaboradores sin tener que pagar el costo de tener que correr para cobrarle a los clientes, o administrar el día a día de las finanzas o en esas preocupaciones que lo desgastan y le impiden disfrutar de lo que realmente lo apasiona: hacer buenos negocios».

Y concluyó: «acompañarlos en el proceso es generar un marco de confianza y recordarles que profesionalizar es un medio que les permitirá alcanzar esa calidad de vida que tanto anhelan, y que lo que creen que pierden en realidad, lo están ganando. No es una solución mágica que hará desaparecer sus problemas de un momento al otro pero sí un camino que le permitirá darle sentido al gran trabajo al que han dedicado su vida.

imagen de Christian Dátola

 

Fuente: Christian Dátola. A24.com

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Tips para Emprendedores: PyMES, jóvenes profesionales y la resistencia al cambio https://expopyme.com.ar/2021/10/03/tips-para-emprendedores-pymes-jovenes-profesionales-y-la-resistencia-al-cambio/ Mon, 04 Oct 2021 02:21:28 +0000 https://expopyme.com.ar/?p=3489 ¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de la resistencia al cambio de los empresarios PyMES? ¿Cuántas veces se la ha planteado como el gran escollo a superar para poder profesionalizarla? ¿Cuántos procesos de cambio han fracasado como consecuencia del famoso “acá siempre lo hicimos así, y nos fue bien”?

Estas son algunas de las preguntas con las que comenzó Juan Carlos Valda, consultor de Pymes, la entrevista con A24.com. En su rol docente, como formador de profesionales, asegura que «la resistencia al cambio es como esa gran reina mala de las películas de Disney que impide casi siempre generar transformaciones en las PyMES».

Se trata de uno de los temas más recurrentes entre sus alumnos, constituyéndose casi en una profecía auto-cumplida.

«Sería necio de mi parte, y muy poco realista negar la existencia de esa actitud por parte de muchos empresarios PyMES pero, me queda siempre la sensación de que aceptarla y utilizarla como excusa es el camino más fácil para seguir en nuestra zona de confort profesional», explica, reflexivo, Juan Carlos.

imágen de Juan Carlos Valda
Juan Carlos Valda, consultor de empresas PyMES

Y agrega: «Muchos de los jóvenes con los que trabajo me dicen que el empresario pyme es una persona cerrada, que quiere siempre tener el control de todo y de todos, que cuando algo le ha funcionado en el pasado intenta una y otra vez repetirlo con la intención de obtener el mismo resultado. El empresario no está abierto a nuevas ideas o modos de plantear los temas prefiriendo siempre caminar por los senderos conocidos, etc.», y agrega con ironía: «y me miran como esperando mi aceptación respecto de lo imposible que es cambiarlo».

«Ante su mirada mi respuesta es siempre la misma: “Y por casa, ¿cómo andamos?. De la resistencia al cambio, de tu resistencia al cambio, como profesional no vamos a hablar?”, explica Juan Carlos.

Y añade: «ante mi comentario, suelen quedarse mirándome como diciendo “¿de qué estás hablando?”.

Y ahí empieza la lección del especialista hacia los jóvenes profesionales, que generalmente ocupan mandos medios.

«Ustedes, los profesionales, se quejan de que el empresario es cerrado, que quiere tener el control, que se aferra a lo que vivió y a lo que en algún momento le dio buenos resultados, ¿verdad? Y que no están predispuestos a salir del sendero que le marcó la experiencia. Pues bien, yo lo que veo, en la gran mayoría de los jóvenes profesionales, es que habitualmente utilizan exactamente el mismo modelo pero les cuesta muchísimo verse en el espejo».

Y citó varios ejemplos:

• Los jóvenes suelen vivir el hecho de tener un título profesional como algo que los separa del empresario, parecería que los ubica en un escalón superior. Y esa creencia los hace sentir que son los dueños de la verdad a la hora de definir cómo debe trabajar la empresa y por supuesto, quieren tener el control (como el empresario) del proceso y muchas veces sin tener que rendir cuentas del por qué hacer las cosas de un modo y no de otro.

• Dicen: “Los empresarios PyMES se aferran a lo que vivieron y a lo que en algún momento le dio buenos resultados”. En qué se diferencia esa actitud a la del joven profesional que se aferra a lo que estudió en las clases y en los textos y que “le dio buenos resultados”. Las teorías y los autores muchas veces son utilizadas por los jóvenes como verdades casi irrefutables y de aplicación universal. Es más, he notado que usualmente, las exhiben casi como escudos detrás de los cuales protegerse (después de todo, quién va a negar que Peter Drucker, Michael Porter, Ken Blanchard, Gary Hamel, Michael Hammer entre tantísimos otros, saben de qué hablan cuando escriben sus libros?).

Es común escucharlos justificar un cambio diciendo “fulano de tal en su libro planteaba tal o cual cosa”. ¿Qué hace a esa explicación tan diferente a la frase “hace unos años me pasó algo parecido y lo solucionamos de esta manera”?.

• Agregan: “Los empresarios PyMES no están abiertos a nuevas ideas o modos de plantear los temas prefiriendo siempre caminar por los senderos conocidos”. Para los jóvenes profesionales, los senderos conocidos son los que transitó en su formación universitaria pero, me pregunto, ¿los ambientes organizacionales que estudiamos son “realidades pyme” o son contextos organizacionales mucho más propios de las grandes empresas?

Son muy contados los casos de textos que reconocen y plantean la existencia del ciclo de vida de una empresa y sus distintas etapas.

Entender eso implica también entender que hay modelos de gestión y metodologías que funcionan muy bien en ciertos momentos pero no son tan efectivas en otros.

Los textos, al menos en su inmensa mayoría, se refieren a empresas maduras y las pymes no siempre están en ese estadio. Por lo tanto, lo primero que intentan hacer los jóvenes profesionales es tratar de llevar a la empresa hacia esa “escenografía organizacional” porque creen que es la mejor (y además porque es en la que se sienten más cómodos). Es decir, buscan llevar la realidad a la teoría sin evaluar que en la mayoría de los casos hay mucho trabajo previo que realizar y que un cambio no es “plug & play” como una pc.

Con su claridad de explicar las peleas constantes entre diferentes generaciones, explicó que «no comprender estos puntos es lo que normalmente hace que, por un lado, los profesionales sientan que trabajar en PyMES no es desafiante o que les impide poder desarrollar en plenitud todo su conocimiento y preparación. Y por el otro, que los empresarios descrean de las capacidades de los profesionales para poder generar valor en sus empresas porque están mucho más preparados para trabajar en empresas grandes».

¿Cómo se soluciona este contrapunto?

«Es claro que la situación es solucionable y para ello siempre comienzo con el objetivo que mis alumnos reconozcan su apego a un modelo que no siempre se corresponde con la realidad, que no es otra cosa que lo que genera su propia resistencia al cambio» comenzó a responder Juan Carlos.

«La realidad no es como nosotros queremos que sea, sino que es la materia prima con la cual debemos trabajar. El que mejor sepa manejarse con ella, el que mejor se prepare para poder comprenderla y reconocer que siempre hay una manera de poder moldearla, más posibilidades tiene de ser exitoso», agregó.

«Desde mi experiencia de más de 30 años formando profesionales y trabajando con empresarios PyMES, hay un camino que es el que mejor me ha resultado: no creerme más que nadie por el sólo hecho de tener un título universitario, no creer que tengo TODAS las soluciones y trabajar con una actitud de humildad. Sólo siendo humilde es posible escuchar y comprender las necesidades del otro y colaborar para satisfacerlas», explicó.

Y culminó: «si nos manejamos con esos valores humanos y los sustentamos con acciones y resultados concretos llegaremos a encontrar la verdadera llave que destruye la resistencia al cambio: la confianza».

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Fuente: Christian Dátola. A24.com

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Tips para Emprendedores: Por qué para las PyMES la zona de confort es una excelente excusa https://expopyme.com.ar/2021/10/03/tips-para-emprendedores-por-que-para-las-pymes-la-zona-de-confort-es-una-excelente-excusa/ Mon, 04 Oct 2021 02:04:54 +0000 https://expopyme.com.ar/?p=3491 Muchas veces, los empresarios PyMES y mandos medios se autoboicotean. Parece increíble, pero eso es así. Por ejemplo, quieren delegar tareas pero no le dan autonomía a sus colaboradores para que puedan tomar decisiones sin consultarles previamente. Una incógnita a revelar para comenzar a solucionar el tema es qué se puede hacer en estas ocasiones.

En una entrevista exclusiva para PyMES de A24.com, el consultor Juan Carlos Valda hizo referencia a la zona de confort y cómo, a veces, los empresarios encuentran la excusa perfecta detrás de ella.

«Hace unas semanas recibí la llamada telefónica del gerente de un área estratégica de una muy importante empresa invitándome a acercarme a su oficina para conversar un poco sobre algunos problemas que estaba teniendo en su trabajo», comenzó Juan Carlos cuando le consultamos cómo hacer para escapar de la zona de confort.

imágen de Juan Carlos Valda
Juan Carlos Valda, consultor de empresas PyMES

«Cuando ingresé a su despacho, me encontré, como suele suceder, con un gerente que supuestamente manejaba todos los hilos de su área con solvencia, conocimiento y experiencia. Me contó el estado actual de su gestión para derivar en la preocupación de cómo estaba evolucionando la empresa», continuó.

Entonces, la conversación se enfocó en «todas las dificultades que tenía para poder desenvolverse bien en una organización que estaba viviendo de sus éxitos pasados y en la cual, dada su cultura paternalista y verticalista, era imposible generar cambios o realizar sugerencias. Por las dudas, aclaro que esta persona tiene línea directa con el número uno de la organización».

«A medida que seguíamos hablando el gerente iba despojándose una a una de las distintas capas sobre la que asentaba su investidura y su poder formal dentro de la empresa para mostrarse como una persona abatida, nerviosa, insegura y casi resignada a su suerte».

Posteriormente, siguió el consultor con su relato, «empezó a mencionar la intransigencia del carácter del dueño de la empresa, su deseo de hacer siempre las cosas como le gustan, su visión poco actual, los problemas de relación con los otros gerentes, los tiempos de las tomas de decisiones críticas y el carácter pasivo de la cultura organizacional fueron sólo algunos de los temas a los cuales echó mano para justificar por qué una persona como él, gerente exitoso en otros trabajos, hoy en día tenía las manos atadas y no podía cambiar el rumbo».

Y reflexionó: «creo que muchos habrán pasado por circunstancias similares ya sea en el rol de gerente o de consultor. Es una situación que retrata bastante una típico situación y expone por qué muchas veces personas con grandes pergaminos o éxitos, suelen fracasar en nuevas actividades».

Luego de esta introducción, Juan Carlos comenzó a explicar los límites que impone no poder salir de la zona de confort.

Cómo salir de la zona de confort

«El primer punto que creo necesario destacar es que haber tenido éxito en un momento no es garantía de nuevos logros. No es como un diploma que uno recibe en un momento y que de algún modo ampara todo lo que uno haga de ahí en más. El éxito necesita ser revalidado en todo momento ya que, en caso contrario, sólo será un nostálgico recuerdo», aseguró.

Además, señaló el especialista en su charla con A24.com: «Muchas personas, cuando cambian de funciones o de empresa, simplemente intentan volver a montar las condiciones que les permitieron ser exitosas como si eso solo bastara para alcanzar el resultado. Replican los mismos procesos, utilizan las mismas herramientas, los mismos formularios, pero se olvidan de algo fundamental: todos los elementos mencionados son medios que adquieren un valor dentro de cierto contexto».

Pero volviendo al gerente de la empresa que lo había convocado, Juan Carlos contó que «cuando le pedí que me explique qué significaba su expresión todas las dificultades que tenía para poder desenvolverse bien y, especialmente, cómo define el concepto de bien, la respuesta fue muy rápida: desenvolverse bien era… hacer las cosas que hice siempre, manejarme como lo hacía en mi trabajo anterior».

Ahí está la cuestión. A muchos profesionales les sucede que creen tener una receta que hay que aplicar. Sin embargo, «la realidad es que el éxito los acompaña cuando comprenden profundamente las nuevas condiciones en las que deben operar y desarrollan los caminos adecuados y específicos para cada situación», explicó el consultor.

Y añadió: «Si una cultura es imposible de penetrar, es muy probable que, como profesionales, hayamos equivocado el camino. Alguien me dijo una vez que no hay imposibles, hay imposibilitados. El rol de quien conduce no es adaptar la cultura a su comodidad sino considerar la cultura existente como el desafío que debe superar para lograr sus objetivos, es la materia prima con la que debe trabajar, no es el enemigo a vencer».

Por último, Valda comentó que «trabajamos bastante con esta persona y, afortunadamente, pudo comprender que la realidad con la que debía trabajar era la que lo rodeaba y no la que él hubiera elegido. Que ésas eran las ´restricciones´ del contexto donde debía desempeñarse y que, por lo tanto, no se modifican por decreto sino con trabajo, con influencia, con inteligencia y con dedicación».

 

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Fuente: Christian Dátola. A24.com

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