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Cómo esta empresa logró hacer lo que pocos e integrar a los discapacitados al mundo laboral

Nahual IT es una empresa inclusiva que difunde la integración, no sólo desde lo social y humano, sino también como una oportunidad de sumar talentos

Alrededor del 10% del total de la población de la Argentina tiene algún tipo de discapacidad y, según el Indec, dos de cada tres discapacitados está desempleado.

Si tomamos en cuenta que las pymes explican cerca del 70% del empleo en la Argentina, tenemos que decir que tienen buena parte de la responsabilidad por la inclusión de la que tanto se habla.

Para dialogar sobre cómo se convirtieron en una empresa modelo en inclusión, El Cronista conversó con Fernando Waisman y Ximena Romero García, socio y líder del área de Accesibilidad y persona con discapacidad visual, respectivamente, de Nahual IT, Tecnología Inclusiva.

La primera definición es central para abordar el tema. «Lo primero que hay que tener en cuenta es que las personas son personas. Todos tenemos ciertas limitaciones particulares. No porque una persona no vea o no escuche, es incapaz de crecer y desarrollarse dentro de una empresa. Hay que darles el espacio para que puedan desarrollarse, que se sientan una más, evaluarlas indistintamente de quienes sean. De esa forma, la gente puede dar lo mejor», señala Waisman.

La empresa especializada en desarrollo y testing de software hoy cuenta con 55 empleados, que incluyen a cinco personas con algún tipo de discapacidad, visual, auditiva o motriz. Un hecho que no es muy común entre las empresas locales. El empresario, sin embargo, plantea que no es un mérito y que sólo intenta que sirva como inspiración a otras empresas.

Por su parte, Romero García dio cuenta de cómo fue que se integró a la compañía. «Entré en el mundo de IT a través de Nahual por medio de una capacitación. Que es algo que hay que destacar también, que no sólo nos ofrece trabajo, sino que nos capacita. Recibí un curso de tester para personas con discapacidad visual, creo que es el único que existe. Pensé que era un curso más, pero me llamaron para trabajar. Fue la primer puerta que se me abrió. Tras ello, me brindaron la posibilidad de seguir mejorando».

Romero García no es sólo una trabajadora más de la empresa, sino que lidera una división. Algo impensado al comienzo. «Comencé con 38 años, buscaba trabajo formal y no encontraba y tenía que trabajar por mi cuenta como docente de informática para personas con discapacidad visual. Rescato tres cosas de la empresa. Me dio la oportunidad de trabajar, de profesionalizarme y de desarrollarme. Y también de poder capacitar a otros«, remarca.

UN MERCADO AMPLIO

«Quiero dejar un mensaje a las demás empresas», señala Waisman. «Cuando Jimena comenzó a trabajar, no tenía idea de que podíamos desarrollar todo el software de accesibilidad, para que cualquier persona, sea cual sea la discapacidad que tenga, pueda usarlo. A partir de esto nació una oportunidad de negocios que no teníamos. Empezamos a ver que para probar una aplicación accesible, nadie mejor que una persona que la necesita. Esto puede pasar en muchas industrias donde hay un mercado que no se tiene en cuenta. Y que, más allá de una oportunidad laboral, puede haber una oportunidad de negocios«, señala Waisman.

Fuente: Sergio Lanzafame https://www.cronista.com/pyme/

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