Casos de exito

Esta startup peruana desarrolló un ecosistema para negocios gastronómicos y acaba de levantar US$850.000

Crean marcas digitales gastronómicas desde cero para terceros, administran marcas de otros operadores y alquilan cocinas ocultas a emprendedores. Diego Romero, gerente general de Wicuk, comenta a Forbes que este 2022 duplicarán sus ventas y planean desembarcar en EE.UU. o México a fin de año.

Cuando Diego Romero lanzaba hace unos siete años La Pastana, una marca de lasañas que operaba solo por delivery desde un garaje, no habría imaginado que esta sería la semilla que dio vida varios años después a Wicuk, un “ecosistema que busca ser un soporte gastronómico para los emprendedores”. Menos aún que su modelo de negocio podría levantar capital: a fines de enero, lograron recaudar US$850.000 del fondo de inversión local Prime Cien Capital.

Wicuk se dedicaba a la creación de marcas digitales propias y al alquiler de dark kitchens equipadas a otros emprendimientos hasta el 2021, año en el que entraron a un programa de aceleración (scale up) de Endeavor. Fue ahí cuando, tras varios años de seguir de cerca la evolución de los emprendimientos gastronómicos, añadieron nuevas verticales de negocio y reajustaron su propuesta hacia la internacionalización.

Además de las líneas de Dark kitchens (cuentan con cuatro ubicaciones) y Brands (en las que operan sus marcas propias y también de terceros), sobresale Lab, la vertical mediante la cual crean y lanzan al mercado peruano alrededor de cinco marcas virtuales gastronómicas al mes, explica Diego Romero, gerente general de Wicuk. Estas tres generan el 98% de los ingresos de la compañía. Las verticales restantes de las seis que tienen actualmente son las de Store, Supply Chain y Networking.

“Este primer levantamiento [de capital] es el primer paso. Tenemos una visión muy ambiciosa de cómo queremos crecer. Nos vemos en unos años en todo Latinoamérica”, señala Romero, administrador de profesión que empezó a trabajar en negocios gastronómicos desde los 18 años y hoy tiene 31 años.

Con los US$850.000 recaudados, Wicuk planea desarrollar cinco marcas digitales propias (adicionales a las diez que tienen a la fecha). La empresa, cuyas marcas de comida reportaron un crecimiento de 40% en el 2021, también proyecta abrir dos dark kitchens más e iniciar su proceso de internacionalización este año.

DARK KITCHENS: UNA SOLUCIÓN DE LARGO PLAZO

El 2020, a raíz de la pandemia, se vio la crisis más grande para el sector restaurantes en el país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), los ingresos de estos negocios llegaron a caer hasta en 93% en abril del 2020, cuando el delivery seguía prohibido en el Perú para evitar la propagación de la covid-19. Y unos 70.000 locales quebraron ese año, reporta la Unión de Gremios y Asociaciones de Restaurantes del Perú.

Fuente: Andina

Un camino casi obligatorio para sobrevivir a la pandemia fue iniciar con las ventas por delivery. Otras compañías optaron por la reducción de costos migrando a formatos más pequeños. A este aprendizaje llegó varios años antes Romero, quien lanzó su primera marca para delivery cuando el concepto aún era extraño. Aunque en ese entonces la razón fue que solo contaba con S/500 (cerca de US$131) para invertir, un monto muy por debajo de lo necesario para abrir un restaurante con atención en salón en cualquier parte del mundo.

Este conocimiento fue lo que lo impulsó, a inicios del 2020, antes del brote de la covid-19 en el mundo, a ingresar al negocio de las dark kitchens, formato que ha permitido a los emprendedores seguir apostando por el rubro y que ha acompañado a la recuperación de los ingresos del sector.

De hecho, hoy en día, las barreras de entrada para ingresar al rubro gastronómico son mucho menores gracias al desarrollo de este tipo de soluciones de menor costo, reconoce Sandra Zubieta, decana de la Facultad de Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía de la USIL.

“Si antes querías ser competitivo con un restaurante, debías buscar un lugar en San Isidro, Miraflores o Barranco. Luego el equipamiento y diseño del local es una inversión bastante fuerte. Ahora, con el delivery, los emprendedores pueden tener espacios chicos, [apostando] por un marketing digital y con precios competitivos”, nos comenta.

Estas mayores oportunidades de emprender y ser rentable en el sector gastronómico, incluso se manifiesta también en el crecimiento de alumnos que quieren estudiar Gastronomía y Gestión culinaria en la universidad, recalca Zubieta.

Con esta premisa, no sorprende que la vertical de dark kitchens, al tener asegurados los alquileres por año y la alta demanda por estos espacios, sean el soporte financiero de Wicuk. Actualmente, la empresa cuenta con cuatro cocinas ocultas en Lima (Miraflores (2), La Molina y Los Olivos), y cada una cuenta con entre 6 y 10 espacios. Cabe señalar que, como mínimo, por un espacio de cocina, el alquiler es de unos S/4.000 al mes (unos US$1.053).

CREACIÓN DE MARCAS DIGITALES

Dado el expertise creando marcas digitales con gran presencia en las apps de delivery —además de La Pastana, cuentan con las galletas rellenas Pizukie, la wafflería Wafel Pop, la tienda de milkshakes Shake It!, entre otras—, Wicuk crea marcas gastronómicas desde cero con todo el proceso necesario para iniciar su operación.

Estas consultorías para crear marcas digitales para terceros, a través de la vertical Lab, tienen un costo de US$9.000 en promedio, en función al paquete que elija el cliente. Romero señala que esta vertical —que es la que genera mejores utilidades para Wicuk— puede llegar a facturar S/250.000 (US$65.790) al mes, pero también otros meses puede lograr ingresos por S/50.000 (US$13.158).

De otro lado, el apartado de Brands —en el que terceros solicitan los servicios de Wicuk para administrar un negocio gastronómico digital o físico y que también engloba la gestión de las marcas propias de Wicuk— es la que genera más ingresos pero la que más trabajo demanda también, comenta Romero. Hoy administran 18 marcas de terceros, recalca.

“Tenemos grupos económicos que nos pagan entre S/40.000 (US$10.526) y S/50.000 (US$13.158) al mes para administrar su grupo de marcas. Pero, en promedio, cobramos S/5.000 (US$1.316) al mes por administrar una marca con un local”, señala Romero.

“El laboratorio es como nuestra primera línea de negocio, porque el ecosistema que ves aquí se conecta y los clientes pueden optar por un servicio o por todos”, finaliza.

CRECER EL DOBLE Y CRUZAR LA FRONTERA

El 2021 fue el mejor año para Wicuk en términos de facturación, gracias a las nuevas líneas de negocio que recién fueron incluidas a mediados de ese año. Y el crecimiento no parará este año: Romero estima que la empresa duplicará las ventas este 2022, gracias a que la ronda de capital levantada les permitirá crear más marcas y abrir más cocinas ocultas.

En cuanto a llevar este ecosistema a otros países, Romero afirma que ya han realizado algunos viajes para evaluar en qué países es más atractivo el ingreso de Wicuk. Estados Unidos es la opción más segura, considerando que un fondo de inversión de dicho país es parte de su portafolio de Brands y con el cual ha lanzado ya cinco marcas en el mercado peruano. El segundo país aún no ha sido definido.

“Estamos todavía definiendo qué país de Latinoamérica es el más atractivo para poder expandir nuestro modelo de negocio. Para fines del 2022 [planeamos] iniciar este proceso de internacionalización”, añade.

“Tenemos en la mira países como México, que es un país muy interesante y donde las órdenes por delivery son muy atractivas. También tenemos [en la mira] países como Colombia y Ecuador. Pero yo diría que la mayor probabilidad [de ingreso] está en Estados Unidos y México”, cuenta a Forbes.

La idea, además, es seguir atentos a levantar más capital, en un momento de gran dinamismo para las empresas foodtech en la región. De acuerdo a Endeavor, en 2021, estas recibieron US$677 millones en capital de riesgo.

Fuente: Lucero Chávez Quispe https://forbes.pe/negocios/

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